El Foro alemán sobre Hábitat tuvo lugar en Berlín los días 1 y 2 de junio. La reunión fue coorganizada por la ciudad (Senado) de Berlín, que es un miembro muy activo en Metropolis y CGLU, y por el Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ). En el Foro participaron más de mil asistentes, quienes revisaron la Nueva Agenda Urbana.
CGLU intervino en las reuniones paralelas y coorganizó el taller “Las ciudades como actores”, junto con la ciudad de Berlín y Metropolis.
El enfoque de la gobernanza de la sostenibilidad, ideado por Metropolis, tuvo una acogida muy positiva y confirmó, una vez más, la importancia de una planificación y gestión integradas, así como la consideración de las ciudades como un elemento imprescindible para la innovación, la inclusión y la integración, además de la resiliencia.
En este sentido, Josep Roig, secretario general de CGLU, aseguró que “para lograr una gobernanza equilibrada, necesitamos que la ciudad fortalezca la gobernanza local participativa en colaboración con las organizaciones y movimientos de la sociedad civil, a partir de un llamamiento general a la creación de estructuras asociativas.” En este sentido, Rose Molokoane, de Slum Dwellers International (SDI), confirmó el firme interés que muestran las ONG por avanzar en este camino: “Somos profesionales sin mucha experiencia, pero podemos contribuir a una mejor gestión, y también queremos que se lleven a cabo correctamente los desalojos y asentamientos”.
"Para lograr una gobernanza equilibrada, necesitamos que la ciudad fortalezca la gobernanza local participativa en colaboración con las organizaciones y movimientos de la sociedad civil, a partir de un llamamiento general a la creación de estructuras asociativas.”
El gobierno alemán manifestó su compromiso en la ejecución de la Nueva Agenda Urbana, mediante sus programas de colaboración y también con una inversión de 700.000 millones en desarrollo urbano en las ciudades y poblaciones de Alemania. En nombre de la Federación de Ciudades de Alemania (DST), Eva Lohse, Alcaldesa de Ludwigshafen, afirmó que cada ciudad posee su propio ADN y que el desarrollo urbano integrado y una buena calidad de vida dependen de las asociaciones locales. Asimismo, afirmó que, a escala mundial, al menos un 20 % de los fondos públicos deberían ser asignados a los gobiernos locales, a fin de que estos pudieran decidir cómo invertirlos. No obstante, Ani Dasgupta, del Instituto de Recursos Mundiales (WRI), recordó que las ciudades del Sur con una alta densidad de población disponen de muy pocos recursos para invertir per cápita.
La recomendaciones clave que hicieron Metropolis y CGLU sobre el reconocimiento de los gobiernos locales como “esfera de gobierno” fue recogida en su totalidad en la declaración que el Foro entregó a Joan Clos en el acto de clausura:
- Empoderar a las ciudades como actores para cumplir la Agenda 2013 y el Acuerdo de París.
- Iniciar unos sistemas transformativos para un desarrollo urbano sostenible.
- Fortalecer los marcos institucional, jurídico y financiero de las ciudades.
- Crear oportunidades para el compromiso e iniciar colaboraciones para la implantación.
- Centrar el seguimiento de la Nueva Agenda Urbana en el diálogo político y el aprendizaje.
- Otorgar un mayor protagonismo a las ciudades en la gobernanza urbana global.
Además de estas cuestiones, los participantes señalaron que las estrategias culturales constituyen una excelente oportunidad para lograr una agenda urbana innovadora. La creatividad es un recurso renovable, como manifestó Charles Landry, y un puente entre generaciones. Finalmente, el Foro contó con algunas personalidades, tales como el exministro de Medio Ambiente Toepfer, quien situó la Agenda Urbana en el contexto de los ODS y el acuerdo global contra el cambio climático, las grandes agendas de las Naciones Unidas en el 2015: “El objetivo de Hábitat III no puede ser una agenda para ciudades. Debemos reconocer las ciudades como un pilar en un mundo de paz. Recordemos las palabras de Willy Brandt: ‛No puede haber paz sin desarrollo, ni desarrollo sin paz’.