El primer Foro de Alcaldes sobre Movilidad, Migración y Desarrollo que tuvo lugar en Barcelona los días 19 y 29 de junio, acordó que el fenómeno emergente de las migraciones, se trata de una cuestión principalmente urbana y de cruce de fronteras. El Foro culminó con la “Declaración de Barcelona”, un documento que reivindica un papel relevante de los gobiernos locales en las políticas migratorias internacionales, como actores fundamentales de los procesos de integración de la población inmigrante.
Los ayuntamientos y alcaldes de todo el mundo se encuentran en primera línea a la hora de responder a la complejidad del fenómeno migratorio, y es por eso que el primer Foro de Alcaldes sobre Movilidad, Migración y Desarrollo, celebrado en Barcelona, significó un espacio rico para el intercambio de impresiones, experiencias y reflexión, para poder identificar los principales desafíos presentes y futuros, compartir aprendizajes, y adoptar y potenciar mensajes comunes desde el ámbito local.
El impacto de la migración transforma las ciudades y sus comunidades -tanto las de origen como las de destino- constituye uno de los principales motores de su desarrollo económico y social. Sin embargo, la migración plantea retos significativos sobre la planificación urbana, la provisión de servicios, los mercados laborales, y la cohesión social.
Las sesiones reunieron a alcaldes y otras autoridades municipales de 20 ciudades de todo el mundo, así como a representantes de organizaciones internacionales entre las que se encontraba CGLU. CGLU destacó el papel importante de los gobiernos locales en el desarrollo de políticas sociales de inclusión para integrar a todas las comunidades que viven en una misma área. Como representante de los gobiernos locales y regionales, CGLU también indicó el papel hecho en este sector tanto en el Secretariado Mundial como en la Comisión de Inclusión Social, en la Comisión del Mediterráneo y en el Grupo de Trabajo de Migraciones y Codesarrollo.
Los debates de las sesiones dejaron clara la necesidad de reclamar a los gobiernos centrales y las organizaciones internacionales, que tienen que escuchar la voz de las ciudades. Las ciudades deben ser incluidas en los procesos de toma de decisiones. Ellas son los motores de migración y las que gestionan en gran parte su impacto, por lo que conocen mejor la complejidad de la situación. En una situación de multinivel de gobernanza, las ciudades deben asumir el liderazgo de gobierno de migración y movilidad.
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