En los últimos cuatro meses, los gobiernos locales y regionales, sus asociaciones y sus socios han expresado su gran preocupación con respecto a los impactos de la crisis de la COVID-19 en las finanzas de los gobiernos locales y regionales. A continuación, se presenta un breve panorama de algunas de las iniciativas, eventos e información producidos sobre este tema que han llevado a cabo los miembros de CGLU y sus socios a fin de analizar los impactos del brote en el ecosistema financiero de los gobiernos locales y regionales y exponer las principales prioridades políticas para hacerles frente a corto y largo plazo.
Con la propagación de la COVID-19 en todas las regiones del mundo, se ha prestado una mayor atención al papel fundamental que desempeñan los gobiernos locales y regionales como primera línea de respuesta a la pandemia, a la vez que se han revelado las numerosas carencias financieras a las que se enfrentan a la hora de prestar servicios públicos básicos a sus comunidades.
La séptima sesión temática de aprendizaje en vivo fue organizada el 23 de abril conjuntamente por CGLU, ONU-Hábitat y Metropolis, en colaboración con el FMDV y el FNUDC. Se centró en evaluar los impactos del brote de COVID-19 en las finanzas de los gobiernos locales y regionales y las medidas que deben adoptarse en respuesta a la emergencia y durante el período de recuperación. Diferentes partes de la red han celebrado sesiones virtuales y webinarios similares, ya sea para tratar problemas regionales específicos (véase el webinario de CGLU ASPAC) o para desarrollar una dinámica y examinar las consecuencias de la crisis desde una perspectiva de gobernanza multinivel (véase la reunión ministerial virtual organizada conjuntamente por el FMDV y el Ministerio Marroquí de Ciudades). Asimismo, los desafíos que plantea el brote en términos de finanzas locales y descentralización fiscal y las prioridades políticas de los gobiernos locales y regionales después de la crisis ocuparon un lugar destacado en la agenda de redes como DeLoG y grupos de trabajo de CGLU como el CIB en sus respectivas reuniones anuales. Otras redes, como NALAS, brindaron un espacio para que los gobiernos locales y regionales intercambiaran sobre los paquetes financieros adoptados por sus respectivos gobiernos nacionales para hacer frente a la crisis de la COVID-19.
También se ha producido un gran número de publicaciones y análisis por parte de diferentes miembros y socios de CGLU. En particular, CGLU África, junto con ONU-Hábitat, la CEPA, el FNUDC y Shelter Africa, publicó un informe sobre los efectos de la crisis en las finanzas de los gobiernos locales y regionales africanos y recomendaciones políticas para hacerles frente. En Europa, el análisis del CMRE adoptó un enfoque regional similar, como también lo hicieron en Canadá las recomendaciones de la FCM. En cada uno de ellos, se proporcionaron estimaciones sobre los efectos de la crisis en las finanzas de los gobiernos locales y regionales y se formularon recomendaciones específicas.
Haciendo hincapié en que «la financiación del desarrollo local es la financiación del desarrollo», el FNUDC, socio importante de CGLU, también ha trabajado de forma muy activa en el intercambio de información sobre las medidas que están adoptando los gobiernos locales. Lo ha hecho a través de un blog específico, una serie de podcasts («Capital Locast») y una nota de orientación que ofrecen recomendaciones clave para una respuesta inmediata frente a la COVID-19. Asimismo, a través de varias publicaciones extensas, la OCDE también realizó un análisis detallado de los efectos multidimensionales de la crisis en las ciudades y los territorios y sus repercusiones en términos de gobernanza multinivel, financiación e inversión a nivel subnacional.
Los efectos de la COVID-19 en las finanzas locales también se abordaron en varias sesiones del Foro Político de Alto Nivel de las Naciones Unidas celebrado este 2020. En ellas, se destacó más que nunca la urgente necesidad de dotar a los gobiernos locales y regionales de recursos adecuados si se quiere asegurar una recuperación efectiva impulsada por la inversión local en infraestructuras y servicios sostenibles.